La Nueva Generación
noviembre 21, 2022
LA INCLUSIÓN GENUINA ES LA QUE NACE DESDE LA RAÍZ
Por: Jared Eduardo Carvente Tetitla
Derechos humanos, aquellos instrumentos fundamentados en la dignidad humana que permiten a las personas alcanzar su plena autorrealización. Basados en principios fundamentales como el de progresividad, donde se garantiza el no retroceso de los mismos a lo largo de los años, es decir, si es por la humanidad, siempre será avanzar hacia adelante. Gracias a esto surgió la Igualdad y No Discriminación, aquel derecho rector, el cual si es violado, inhibe el ejercicio de otros derechos. El mismo es el principal escudo de distintos grupos sociales , que a lo largo de la historia han sido vulnerados, especialmente en el ámbito laboral.
Mujeres, migrantes, adultos mayores, afromexicanos, indígenas , personas con alguna discapacidad o que viven con VIH-Sida, así como a la ciudadanía perteneciente a otra índole religiosa u orientación sexual forman parte de los grupos históricamente discriminados. Aquellos que sufren de tratos desfavorables fundamentados en prejuicios y estereotipos que llevan a restringirles el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales, es decir, sufren prácticas discriminatorias, que en efecto, crean brechas de desigualdad en el sector laboral, mermando la igualdad de oportunidades.
Es urgente destruir los mitos, estereotipos y prejuicios para construir la concientización y la verdad, para ello, es indispensable la implementación de conferencias dirigidas al sector empresarial, institucional y público en general con el objetivo de difundir el conocimiento que permita resaltar la importancia de la inclusión de estos grupos, ¿para qué tratarlos de manera diferente cuando realizan las mismas tareas que cualquier otra persona?, ¿por qué no vivir en el siglo XXI y garantizar que en los centros de trabajo existan políticas de igualdad y no discriminación?. Esto nos hace concluir que la inclusión debe ser digna , desde la raíz y no sólo como un acto simbólico y de caridad, ya que un derecho humano tan importante como el trabajo no es un acto de caridad, sino es un hecho de necesidad universal.