La Nueva Generación
septiembre 12, 2022
• Sin orquesta no hay concierto, sin educación no hay progreso
Por: Jared Eduardo Carvente Tetitla
• “De todos los instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio, el telescopio, son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones del brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y la imaginación”
Jorge Luis Borges
¿Cuántas veces hemos escuchado a una banda, orquesta o grupo tocar hasta cierto grado de dejarnos fascinados con su arte, de ponernos la piel chinita cuando escuchamos una parte de esa canción favorita donde todos en conjunto cantan con pasión y en sincronía? Son esos momentos donde uno afirma que haber comprado ese boleto valió la pena cada segundo, donde uno se pregunta el ¿cómo le hicieron? , donde encontremos la respuesta de que fue una mezcla de talento, trabajo en equipo, sincronía, preparación de los músicos junto con los ánimos de los espectadores aquellos factores que producen tal magia.
La sociedad es una orquesta masiva, no musical, sino de ideales que resuenan en el cambio
Sergio Ramírez, abogado, intelectual, escritor y voraz lector nicaragüense que durante su juventud vivió la tiranía del somocismo, en su libro “Lección de ciudadanía”, resaltaba la importancia de la educación y la lectura comparando a la sociedad como una orquesta.
Pasos para ser la mejor orquesta
✓ Primero hay que preparar a los músicos.
No hay buenas orquestas con músicos que tocan de oído, desconocen los instrumentos que tienen en sus manos, o son incapaces de leer una partitura. Para abrir oportunidades plenas a los talentos creativos es necesario haber desterrado primero el analfabetismo, y que la escuela funcione como un foco de irradiación de cambio, con sustancia crítica y aspiración de excelencia.
✓ Que lo músicos respeten y tengan conexión con el director de la orquesta, así como la capacidad de deliberación cuando el mismo no esté en condiciones de llevar la dirección.
Esto significa educar para tener ciudadanos sensibles, de imaginación abierta, que respiren una verdadera atmósfera cultural, y sean capaces de cuestionar de manera constante los dogmas ideológicos y las verdades establecidas, como escribe Gianni Rodari en el prólogo de su Gramática de la Fantasía “el uso total de la palabra para todos me parece un buen lema, de bello sonido democrático, no para que todos sean artistas, sino para que nadie sea esclavo”
✓ Tener convergencia en la divergencia,
Tener una orquesta completa es crear todas las oportunidades posibles en las disciplinas científicas y humanísticas, desde las matemáticas puras hasta las ciencias políticas. En una orquesta completa hay diversas clases de instrumentos, cada uno dueño de su propio sonido. Mientras más instrumentos y más músicos, mayor resonancia. Y es en el acuerdo de todos, tocando al unísono, que la sociedad consigue la gran sinfonía del desarrollo, que no existe sin educación.
Pero… ¿cómo seguimos esos pasos?, esto es posible recurriendo a la lectura. ¿Cómo vamos en México?, veamos:
De acuerdo a la información presentada por el Módulo sobre Lectura (MOLEC) 2022 del INEGI, el promedio de libros leídos por la población en los últimos meses fue de 3.9. Este es el dato más alto registrado desde 2016. De los cuales, en la población de 18 años y más, sobresalieron los libros de literatura (novela, cuento, ciencia ficción, poesía, teatro, etcétera) con 39.5%; le siguieron los de texto o de uso universitario (ciencia, tecnología, matemáticas, medicina, comercio, derecho, entre otros), así como los de autoayuda, superación personal o religiosos, con 29.5% en cada rubro, finalmente, un 26.5% refirió leer libros de cultura general (acontecimientos, biografías, temas sociales o de interés).
¿Esto qué implica en la juventud mexicana?
Es muy simple, ver las cosas como son, preguntar por qué suceden, obtener respuestas, imaginar un nuevo mundo, sobre todo, luchar por vivirlo. Es cierto que la buena literatura brinda la posibilidad de tener una visión amplia y profunda de la sociedad, es decir, poder interpretar con inteligencia el mundo que habitamos.
Es posible avanzar como sociedad si logramos una verdadera ciudadanía participativa, con jóvenes educados y críticos, cuyos altos niveles de lectura los hagan capaces de imaginar mundos diferentes de actuar. En cierto sentido y a lo largo de los años, el declive de la ciudadanía está relacionado con la fragilidad de pensamiento y cuestionamiento, consecuencia evidente de la falta de lectura. Sin embargo, este incremento en el promedio de libros leídos es esperanzador, dado que sus efectos son evidentes, cada vez más jóvenes alzan la voz y toman acción en cada una de las problemáticas en el país, luchando contra el conformismo, avanzando con mira al futuro, estilo propio de este sector de la población.