Cuatro años después, dictan sentencia a feminicida de Itzel N.
julio 16, 2025
La joven estudiante de enfermería fue hallada sin vida en las faldas de La Malinche; su expareja fue condenado a 55 años de prisión
Rommel PICHARDO
Tlaxcala, Tlax. A más de cuatro años del feminicidio que estremeció a la sociedad tlaxcalteca, la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) logró obtener una sentencia condenatoria de 55 años de prisión en contra de Romfery N., declarado penalmente responsable del asesinato de Itzel Jasmín N., joven estudiante de enfermería, madre de una niña de cuatro años y víctima de un crimen perpetrado con extrema violencia en mayo de 2021.
El fallo emitido por un Tribunal de Enjuiciamiento representa el cierre de uno de los casos más dolorosos en la memoria reciente del estado, y marca el tránsito institucional entre la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que encabezó las primeras indagatorias, y la actual Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), que concluyó el proceso judicial.
EL ANTECEDENTE
Durante el juicio, la representación social logró acreditar que Romfery N. mantuvo una relación sentimental con Itzel Jasmín N., la cual se había visto interrumpida debido a episodios de violencia física y emocional ejercidos por el hoy sentenciado. No obstante, a finales de mayo de 2021, el acusado contactó nuevamente a la joven bajo el argumento de “retomar la relación”, logrando convencerla de reencontrarse.
El 28 de mayo de 2021, el imputado recogió a Itzel en el centro del municipio de Huamantla. En lugar de llevarla a su domicilio, la condujo a un inmueble ubicado en la comunidad de Pilares, propiedad de su abuelo. Ahí, la joven fue sometida, forzada a mantener relaciones sexuales, golpeada con un objeto contuso y atacada con ácido, según revelaron los dictámenes periciales y médicos forenses integrados a la carpeta de investigación.
El ataque fue perpetrado con una violencia desmedida, dejando lesiones que fueron clave para configurar el delito de feminicidio, al quedar evidenciada la saña, el contexto relacional y el intento deliberado de ocultar el cuerpo.
Una vez cometido el crimen, Romfery N. procedió a envolver el cuerpo de Itzel en cobijas y trasladarlo a un camino que conduce a las faldas del Parque Nacional La Malinche, específicamente a la altura de la comunidad de San Felipe Cuauhtenco, en el municipio de Contla de Juan Cuamatzi.
Antes de abandonar el lugar, hizo creer a los familiares de la víctima que se trataba de un secuestro, contactándolos vía telefónica para exigir dos millones de pesos a cambio de su supuesta liberación. Esta estrategia buscaba desviar la atención de las autoridades y ganar tiempo para huir.
El 29 de mayo de 2021, al día siguiente de su desaparición, una persona reportó al Servicio de Emergencias 911 la presencia de una cobija y restos sospechosos en una vereda utilizada por excursionistas. También indicó que un día antes había visto una camioneta blanca tipo Astra, cuyo conductor escarbaba la tierra en la zona.
Elementos de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana acudieron al sitio y confirmaron el hallazgo de un cuerpo femenino semienterrado y con visibles signos de violencia, en avanzado estado de descomposición. El sitio fue resguardado y notificado a la entonces PGJE, quien inició la Carpeta de Investigación C.I. UIHOM-S/31/2021.
A partir de ese momento, la Unidad de Investigación de Delitos de Alto Impacto (UIDAI) y la Unidad Especializada para la Investigación de Feminicidios coordinaron los trabajos periciales, criminalísticos y psicológicos, logrando perfilar la posible responsabilidad de Romfery N. como autor material del crimen.
El cuerpo correspondía a Itzel Jasmín N., joven de 22 años, madre de una pequeña niña, quien estaba por concluir su servicio social como pasante de enfermería en el Centro de Salud de la comunidad Benito Juárez, en Huamantla.
Su desaparición y posterior hallazgo causaron indignación generalizada. Familiares, colectivos feministas y estudiantes se manifestaron en redes sociales y espacios públicos para exigir justicia. La comunidad estudiantil universitaria, de donde era egresada, también se sumó al reclamo.
Durante el velorio, realizado en su natal Chiautempan, sus padres expresaron que Itzel era una mujer tranquila, dedicada y con sueños firmes de ejercer su profesión. Su madre, Alejandra L., señaló: “me quitaron a mi hija, mi amiga, mi confidente; tenía tantas ilusiones por cumplir”.
El seguimiento del caso permitió que la ahora Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) lograra reunir los elementos de prueba necesarios para vincular a proceso a Romfery N., quien fue detenido y recluido en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tlaxcala.
Durante el juicio, la Fiscalía presentó dictámenes periciales, testimonios, evidencia digital, informes forenses, así como registros telefónicos y financieros que acreditaron la autoría material del crimen y su agravante por violencia de género.
El Tribunal resolvió por unanimidad imponer una condena de 55 años de prisión, así como una multa y la obligación de reparar el daño integral a los familiares directos de la víctima.
El caso de Itzel Jasmín N. se convirtió en un emblema de lucha contra la impunidad y la violencia feminicida en Tlaxcala. A pesar del paso del tiempo, la presión social y el trabajo técnico-jurídico de las autoridades permitió alcanzar justicia.
Aunque la sentencia no devuelve la vida de la joven madre, representa un mensaje claro: los feminicidios no quedarán impunes y las víctimas no serán olvidadas.